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Análisis de Pablo Palacio y el narrador del cuento “Un hombre muerto a puntapiés” (Ensayo)

 

¿Quién es el protagonista principal del cuento “Un hombre muerto a puntapiés? ¿Quién narra, en primera persona, los hechos de esta historia netamente realista?

Ese enigma me inquieta quizás más que la misma historia del pobre hombre que muere en la calle, atacado por quien sabe quién y sin aparente razón.

Pablo Palacio, dibuja a su personaje narrador como un hombre obsesionado por investigar un crimen que, a primera vista, parece absurdo y sin sentido y por esta misma razón, este ser enigmático decide averiguarlo comprometiendo todo el potencial de su imaginación.

Cada lector, recrea una imagen propia de este personaje. Sin embargo, para todos está claro que este sujeto de mente recóndita y oscura, juega a ser investigador y monta un escenario para eso, enciende una pipa para comenzar y escoge la inducción como método maravilloso.

¿Cómo y por qué Pablo Palacio lo crea, dándole un carácter tan pintoresco y misterioso? ¿De dónde saca la idea de inventarlo así? ¿De sí mismo, tal vez? ¿Quizás de sus propias incógnitas, de sus propias inquietudes, de sus propias confusiones mentales?

Pablo Palacio (1906 – 1947), un hombre con una historia propia muy particular. Hijo ilegítimo de una mujer que podía considerarse de alcurnia, Angelina Palacio, quien muere cuando él tenía apenas seis años de edad; y de Agustín Costa, un hombre que jamás lo reconoció. Sabemos además que, cuando era aún muy niño, Palacio sufre un horrendo accidente, una caída estrepitosa, la misma que le causa múltiples heridas en la cabeza, lo cual se especula que pudo haber tenido relación con la enfermedad que sufrió más tarde y que lo llevó a la locura y a la muerte. Se piensa también que su mal pudo haber tenido origen en una sífilis que contrajo a través de una relación con una extranjera. Cuando apenas tiene 15 años,

Palacio, recibe su primer premio literario. Más tarde, ingresa a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador, siendo un abogado brillante, excepcional y de extremada inteligencia. En esta misma Universidad, llega a ser maestro de filosofía, materia que, junto con el francés, estudia por su propia cuenta. Es en este momento donde cuaja su madurez literaria. Justamente en esta época, 1927, publica, entre otros, el cuento que tratamos “Un hombre muerto a puntapiés”. Luego, en 1932, Palacio es nombrado Subsecretario de Educación y Cultura. Fue un hombre muy convencido del socialismo y su literatura deja a un lado la manera en la que, hasta entonces, se había escrito.

Palacio es criticado por elegir, dentro de su literatura urbana, protagonistas patéticos en sus narraciones, personajes segregados de la sociedad como son los homosexuales, los dementes y las prostitutas que están expuestos, además, a la subjetividad pero que casi siempre manifiestan sentimientos encontrados y sin embargo, luego, en la literatura Vanguardista, estos mismos seres, se vuelven personajes imprescindibles dentro de la literatura.

Palacio escribe en contra de la corriente y de la costumbre de su época. El narrador del cuento, quien habla en primera persona, siente enorme atracción por una noticia de un diario de la tarde y luego de leerla, manifiesta: “… Lo cierto es que reí a satisfacción ¡Un hombre muerto a puntapiés! Era lo más gracioso, lo más hilarante de cuanto para mí podía suceder...” Y luego: “¡Un hombre muerto a puntapiés! Y todas las letras danzaban ante mis ojos tan alegremente que...”

Esta rara seducción no es común en una persona de rasgos “normales” y se presiente algo como una identificación personal entre los sentimientos del personaje narrador, con los del autor. Hay un palpable conflicto psicológico en el protagonista, pues se percibe un enorme placer al imaginar los detalles del crimen, algo como un morbo que produce un paradójico deleite, lo que llega a su clímax, al final de la obra describiendo los deliciosos sonidos de los puntapiés: “! ¡Cómo debieron sonar esos maravillosos puntapiés! Como el aplastarse de una naranja, arrojada vigorosamente sobre un muro...” y luego continúa con un placer indescriptible: “...como el romperse de una nuez entre los dedos; ¡o mejor como el encuentro de otra recia suela de zapato contra otra nariz! Así: ¡Chaj! Con un gran espacio sabroso. ¡Chaj!”. Este ser sin nombre, pero sí con una definida identidad llega al punto de burlarse con encanto, de la misma víctima. (Dibuja, en la foto del difunto, un busto con rasgos de mujer y, además, le pone una aureola de santo sobre la cabeza) Recordemos que la víctima era “viciosa”.

En esta obra Palacio utiliza lo “real”, como la entrada frente a la cual se desarrolla todo un enredo mental tremendamente fantasioso y hasta delirante, diría yo. En “Un hombre muerto a puntapiés”, el relato periodístico que se publica en un diario de la tarde, es algo común en los periódicos de la época, en una ciudad donde siempre ha habido y habrá miserias humanas. Es una situación real, urbana y común. De ahí, Palacio va desprendiendo situaciones en las que entran a escena lo controvertido y lo fantástico de la mente humana, porque intervienen el pánico frente a la muerte, el miedo del tipo que cree que va a ser atacado por un “vicioso” y el terror de éste mismo de ser agredido y de morir de una forma tan cruel y sádica. El morbo y el placer que esto produce en el narrador, es lo que me inquieta de esta obra. La subjetividad de alucinar entra con la especulación del hombre para recrear los hechos y vanagloriarse con ellos, aun saliendo estos de su propia mente, de su propia imaginación. Inventa, sin límites, lo que quiere inventar porque simplemente lo necesita para su propia satisfacción.

El cuento se convierte, entonces, en algo que atrapa el interés del lector y lo obliga a continuar hasta el fin, a la vez que se crea una mezcla de incógnitas y confusiones entre los pensamientos del protagonista /narrador y los del propio autor.

Pablo Palacio, nos deja pocas obras en cuanto a número se refiere; pero en calidad, lleva a la literatura ecuatoriana a su momento cumbre, convirtiéndose en uno de los mejores y más talentosos escritores del país. En alguna parte leí que cuando leemos a Palacio, “nuestra inteligencia se pone a prueba”; y aunque su obra no haya sido extensa, nunca llegó a ser difundida como se lo merecía. Muchas veces se ha dicho que Palacio no estaba cuerdo. Sin embargo, sus obras no son desquiciadas, entonces nace la gran pregunta: ¿Dónde empieza la locura y donde termina la cordura? Si Pablo Palacio no estaba loco, ¿lo estaba el protagonista de la obra? Entonces, ¿estuvo perturbado mentalmente? ¿o solo fue un hombre que se debatía entre la tristeza, la frustración y el desamor? ¿Es precisamente eso lo que muestran en sus escritos? Habrá quien sostenga que no, que solo se trata de un maestro en el arte de escribir que utiliza este método para hacer una gran denuncia social en su época y nada más.

La obra de Palacio es indescriptible y hay que leerla con la mente muy abierta para entrar en ese mundo paradójico donde lo real descubre la maravilla de lo extravagante y compleja de la mente humana.

Como conclusión, el enigma de la relación autor-protagonista/narrador, es la inquietud que me ha movido escribir este ensayo. Palacio y su propia presencia dentro de las historias de sus obras, puede ser un hermoso tema de profunda investigación.

María Dolores Cabrera

Mayo 07, 2014.

PABLO PALACIO

Un hombre muerto a puntapiés

Extracto del Cuento "Frente a Frente" del libro de cuentos: De nuevo tus ojos. Páginas 35 y 36.

"...Mi fracaso particular. El amor.

Voy a contarte, amiga. Un día, mientras caminaba, encontré un castillo edificado con todos los naipes posibles de recolectar. Eran muchos. Cientos. Miles. Era el palacio más completo y perfecto que alguien pueda soñar. Entré en él y me quedé. Me sentí protegida. Ahí había todo lo que anhelé durante la vida. La más cálida habitación. Sábanas suaves, tersas. Paz. Música preciosa. Risas, María, había risas. Las risas de un hombre al que le sobraba delicadeza y detalles. El amor salía por mis poros y volvía a entrar. Los besos flotaban ondulantes por encima de mi piel. Aprendí a jugar con él. Hice el papel de princesa, ¿sabes? Conocí la intensidad de su respiración mientras dormía, escuché el latido de su corazón recostada sobre una desnudez tibia, delicada. Sentí aquel sudor fresco y dulce mezclado con el mío. Los sueños eran cosa de tomarlos.

Amada en cuerpo y alma, María, como en los cuentos. Sé que vas a decir que lo que te estoy narrando, es justamente eso, un cuentito cursi de amor. Pero tuve ganas de vivir. Eso es algo que no siempre he tenido y tú lo sabes. Siempre me has dicho que por qué pienso tanto en la muerte, que por qué escribo sobre ella, que tienes miedo porque parece que la amara, que la llamara. Pero esta vez no pensé en ella, María, ¿ves? Ahora sonríes porque piensas que la loca de Isabel, se enamoró, ¿verdad?

Tu sonrisa me gusta. A veces trato de imitarla, no sé si lo habrás notado. Tú no te habrías enamorado como yo, lo sé. Habrías puesto distancia. Sé que puedes disfrutar de un hombre sin enamorarte, sin necesidad de mirarlos por horas y admirar sus gestos, sus rasgos, su mirada; sin disfrutar de su voz como de una canción, sin idolatrarlo como yo. Me siento tan tonta, tan boba. Lo amé.

El tiempo pasó y me acostumbré a ser feliz. Un día, mientras reíamos a carcajadas, él realizó, por impulso, un movimiento brusco. Hizo tambalear las paredes de nuestro castillo. De pronto, sentí miedo. Me callé y esperé. La música paró. Él retrocedió unos pasos. Yo estiré mis manos y él retrocedió un poco más. María, retrocedió un poco más, ¿entiendes?

Me miró sin dejar de amarme y en su mirada había tristeza. Aspiró mucho aire y luego lo exhaló; esa fuerza provocó que todos los naipes de los que estaba hecho nuestro espacio, se dispersaran. Todo se derrumbó en minutos. Finalmente eran solo eso, naipes. Quedé desnuda y sola, sin nada alrededor. Un frío penetró hasta helar mi sangre. Lo busqué. No podía encontrarlo en medio de un vacío en el que no estaba, en el que definitivamente, él, ya no estaba..."

 

María Dolores Cabrera.

ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y JULIO CORTAZAR

Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, dos maestros de la literatura latinoamericana cuya contemporaneidad hace posible que intentemos hacer un análisis comparativo entre dos obras de marcada importancia. Los dos autores se sitúan en una época de similares características y comparten cierta similitud de estilo a pesar de sus particulares y grandes diferencias personales. Julio Cortázar, de nacionalidad argentina, nace en el año 1914. Gabriel García Márquez, nace trece años más tarde en Aracataca, Colombia, en el año 1927. La creación narrativa de los dos, crea un antes y un después en el mundo de la literatura latinoamericana.

En la escritura de Cortázar encontramos constantes que se aplican en todos sus cuentos, sean estos de carácter realista o de carácter fantástico y quizás mientras más fantásticos o mágicos son sus relatos, más controvertida se torna la crítica de su literatura, y me parece que este concepto no solo es aplicable a sus cuentos sino también a todo el género de literatura fantástica. Pensemos en el cuento de Cortázar: “La casa tomada” en dónde nos muestra lo absurdo, lo irreal y da rienda suelta, además, al tema de la superstición (el temor de los hermanos al escuchar sonidos ajenos) y al de la sorpresa (lo que ni ellos ni el lector esperan que ocurra).

En este cuento existe un “matrimonio de hermanos” que habitan en una casa antigua y grande en donde habría espacio, no para dos, sino para ocho personas y con holgura. Estos personajes, Irene y el narrador que es su hermano, se mueven dentro de una rutina casi puntual y metódica, diría yo, en la que se encargan de los quehaceres de la limpieza y de la cocina de una manera sistemática.

Cortázar maneja en este cuento, como en otros, una narración impecable al punto de lograr que el lector se adentre en los personajes y sienta la misma fascinación del narrador de ver a su hermana Irene, tejiendo y destejiendo bufandas y chalecos, para luego volverlos a rehacer otra vez. Mientras tanto, él dedica su tiempo a lo que ama, la literatura francesa.

Cortázar consigue, con su arte, que los lectores entren en la casa, logren escuchar los sonidos y sientan, en su propia piel, el temor frente a los ruidos amenazantes y vivan con intensidad, la angustia misma de verse acorralados en un espacio cada vez más pequeño y estrecho, que pronto tendrán que abandonar de forma irremediable.

La descripción que Julio Cortázar hace de la casa, por intermedio del narrador, permite que se la pueda visualizar tal cual el escritor quiere que se la vea y también logra que casi ninguno de los lectores entienda porqué esa casa está semivacía. Al continuar con la historia, se entiende que los sonidos en los diferentes espacios de la casa son algo “fantasmal” pero queda la duda. Duda que es la intención de Cortázar crear ¿Son fantasmas en realidad los que hacen ruido? ¿Son seres reales que tratan de expropiarles a como dé lugar, quizás por los asuntos políticos que vivía la sociedad en ese momento? ¿O son ellos los fantasmas de otro mundo que deben salir porque invaden un espacio ajeno que ya no les pertenece? Toda esta es la magia imaginativa que Julio Cortázar consigue implantar en el lector.

Los hermanos se resignan y esto va causando una sensación de ansiedad en el lector. ¿Por qué se conforman tan fácilmente y renuncian a sus pertenencias, valiosas para ellos, que se van quedando en los espacios que pierden poco a poco y a los que ya no pueden regresar?

“...ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene extrañaba unas carpetas, un par de pantuflas que tanto la abrigaban en invierno” ...

“- ¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? –le pregunté inútilmente. –No, nada.

Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora.”

La destreza de Cortázar está demostrada en este cuento, con una narración no menos que excelente porque consigue que el lector involucre sus propios sentimientos. Éste, va sintiendo poco a poco, la pesadilla en la que llega a transformarse la vida cotidiana de los dos hermanos y al final, el lector experimenta impotencia e indignación al no entender por qué ellos salen resignados y sumisos, renunciando tan fácil a todo lo que “les pertenece”. Se crea un ambiente mágico de desconcierto e incertidumbre, el mismo contexto que podemos encontrar en la novela “Crónica de una muerte anunciada”, de García Márquez en la que también el lector vive una ansiedad similar, por así llamarla, pues abriga todo el tiempo la angustiosa esperanza de que no ocurra finalmente la muerte tan anunciada, Aquí el lector disfruta, además, de maravillosos momentos de realismo mágico, el mismo que caracteriza a este autor.

Está claro entonces, que es la coherencia en la estructura de las obras, la clave para que estos dos autores consigan atrapar al lector, sin que coherencia signifique que haya un orden cronológico en las historias ya que García Márquez, por ejemplo, recurre con mucha continuidad al manejo del tiempo, con el que juega constantemente utilizando los “recuerdos”. Con ellos, apela de manera asidua al pasado, para regresar de forma imprevista al presente o al futuro, según la circunstancia o la particularidad que el momento de la historia lo requiera. En el caso de “Crónica de una muerte anunciada”, se puede ver claramente este fenómeno es en el párrafo siguiente:

“Estuvo un largo rato sentada en la hamaca, masticando pepas de cardamina, hasta que se le pasó la ilusión de que el hijo había vuelto. Entonces suspiró: «Fue el hombre de mi vida».

Inmediatamente el narrador salta, por medio del recuerdo, a otro tiempo:

“Yo lo vi en su memoria. Había cumplido 21 años la última semana de enero, y era esbelto y pálido, y tenía los párpados árabes y los cabellos rizados de su padre. Era el hijo único de un matrimonio de conveniencia…”

El tema central de este relato involucra todo lo concerniente al asesinato de Santiago Nasar, el mismo que irónicamente no pudo ser impedido a pesar de que todo un pueblo lo comentaba. García Márquez deja en el lector, la duda de la existencia de lo que se llama “destino”.

En la novela se destacan temas como el machismo; la venganza, a la que se recurre para restaurar el orden moral con urgencia y sin vacilación; el honor, que justifica cualquier conducta, aunque sea el crimen, recordemos como el cura del pueblo considera que los Vicario, los hermanos asesinos, han demostrado su hombría al rescatar la dignidad de su hermana.; la violencia que se muestra en la crudeza del asesinato mismo, pero también en la vida diaria de un pueblo con creencias, supersticiones, etc.

Cortázar y García Márquez, escriben en una época de “revuelta” social y también cultural; sin embargo, a pesar de esto y de no abandonar los cánones o pautas de la literatura tradicional, añaden con mucha sabiduría, características nuevas como el desconcierto, lo escabroso, lo picaresco e incluso lo salvaje y exagerado; características que van poniendo su grano de arena para crear el encanto de este nuevo género literario: El Realismo Mágico.

Cuando el lector escucha el nombre de este género, quizás lo mal entiende como una escritura que no tiene un apego a la coherencia de lo que entendemos por real, pareciera que lo “mágico”, es un desorden que escapa a las reglas establecidas; sin embargo, García Márquez lo crea como una asociación o una especie de alianza entre elementos “normales” y “sobrenaturales”. Los personajes son los que permiten que estos hechos “asombrosos” existan en sus mundos, como naturales y cotidianos dentro de la historia en la que viven.

Una diferencia que se podría notar con Cortázar, es que éste se apega más a la escritura sobre hechos de la vida cotidiana y usual y se desapega, con mayor facilidad, de los que se separan de la realidad. García Márquez, utiliza fantasías o ilusiones que los personajes, como ya lo dijimos antes, lo viven como situaciones de vida normal y que fuera de sus mundos parecieran ridículas. Cortázar también lo hace, pero en menor escala.

García Márquez, realza la presencia de lo latino en sus obras y para lograrlo usa la superstición y la religión. En su literatura, apela al recurso del tema de la muerte, de la sangre y del drama, como ejemplo veamos este párrafo de la novela “Crónica de una muerte anunciada”

“Desesperado, Pablo Vicario le dio un tajo horizontal en el vientre, y los intestinos completos afloraron con una explosión. Pedro Vicario iba a hacer lo mismo, pero el pulso se le torció de horror, y le dio un tajo extraviado en el muslo. Santiago Nasar permaneció todavía un instante apoyado contra la puerta, hasta que vio sus propias vísceras al sol, limpias y azules, y cayó de rodillas”.

En esta obra como en otras, hay una fusión entre lo sensato y lo absurdo:

“Empezaban a desayunar cuando vieron entrar a Santiago Nasar empapado de sangre llevando en las manos el racimo de sus entrañas”.

Un momento tan natural y familiar como es el desayuno, intercalado con un hecho tan improbable como caminar con las entrañas en la mano. Para luego continuar con algo mucho más inadmisible:

“Hasta tuvo el cuidado de sacudir con la mano la tierra que le quedó en las tripas”.

García Márquez nos muestra una literatura muy suya, muy original y propia; quizás con menos influencias que Cortázar en cuyas obras encontramos algunas semejanzas con Katherine Mansfield o con el misticismo de Arthur Conan Doyle, quienes también nos han mostrado pautas de realismo mágico.

En las obras de Cortázar, podemos ver que utiliza siempre la primera persona en sus historias. Para él, es indispensable atrapar al lector y que éste se sienta involucrado siendo parte de cada historia y para él, la mejor forma de lograrlo es con el uso de la primera persona, pues cree que el narrador no debe contar cosas por su cuenta y mientras tanto, dejar a un lado a los personajes.

García Márquez, en cambio, usa un poco más la tercera persona con el afán de tejer la historia de manera clara. Sin embargo, también utiliza la primera persona pues así consigue que el relato sea más auténtico para el lector.

En conclusión, Cortázar y García Márquez son dos magníficos exponentes de lo Real Maravilloso y el segundo, el gran maestro del Realismo Mágico. En algunas de las obras de los dos autores, se observa una especie de distorsión de la realidad pero que puede volverse muy creíble dentro del relato; sin embargo, las historias abarcan temas actuales, muy vivos y cotidianos y en muchos casos con un acentuado afán de mostrar al personaje latinoamericano con sus creencias, costumbres y religiosidad y es por eso que todos nos sentimos parte de lo que sucede en las historias. La identificación y el nexo espiritual que el lector latino logra entablar con el argumento, es innegable.

Cortázar y García Márquez, logran sintetizar la esencia de Latinoamérica, mostrando al mundo las tradiciones latinas, que inclusive pueden haberse originado con influencia del resto del mundo.

María Dolores Cabrera H.

Quito, mayo 18, 2014.

García Márquez y Cortázar

Dos autores, dos obras.

DISCURSO EN RECITAL DE POEMAS Y CUENTOS POR EL DÍA DE LA PALABRA

Buenas noches. Primero estamos muy agradecidos con ustedes por estar aquí esta noche, en la que conmemoramos nueve años de la Inauguración de la Fundación César Egido Serrano, Museo de la Palabra, con su sede en España. Esta institución, sin fines de lucro, se ha dedicado durante el tiempo mencionado, a la altruista labor de promover el valor de la palabra, por medio de un sinfín de actividades entre las que está el concurso anual de micro cuento o microrrelato, permitiendo que participen personas del mundo entero. Este año, se convocó a la V Edición del premio Internacional de microrrelatos y para tener una idea de la increíble acogida que ha tenido la última convocatoria al concurso, diré que en esta ocasión participamos 43.185 concursantes a nivel mundial, pertenecientes a 172 países y en casi todos los idiomas del mundo, incluida la lengua árabe que ha superado los 5.000 escritos, todo esto lo convierte en el concurso internacional de mayor participación en el mundo y justamente, el día de mañana, se dará a conocer el ganador del mismo, con un premio de veinte mil dólares, para el primer lugar. El jurado de la Fundación César Egido Serrano, realiza una labor maratónica al declarar a los finalistas y ganadores. Esta fecha de aniversario, noviembre 23, coincide, además, con la celebración de “El Día Internacional de la Palabra como Vínculo de la Humanidad”.

La Fundación César Egido Serrano, declara a “La Palabra” como la mayor y mejor herramienta para unir pueblos de distintas culturas y religiones hacia la obtención de la tan anhelada paz mundial. Me complace mencionar, como una novedad que se ha dado a conocer apenas ocho días antes, el jueves 15 de noviembre de este año, que Don César Egido Serrano, ha sido galardonado con el premio “Cope Castilla la Mancha”, por su trayectoria como Presidente de la Fundación César Egido Serrano y Director del Museo de la Palabra, de Quero, Toledo. La velada, con la entrega de los premios, tuvo lugar en el Alcázar de Toledo, con la presencia de importantes autoridades españolas.

A través de los años de historia que tiene la humanidad, la palabra ha sido considerada el nexo de comunicación entre los seres humanos, el enlace que transmite e intercambia los pensamientos entre unos y otros. Las palabras son las argollas que van enganchando la cadena del intercambio de ideas, de pensamientos y por lo tanto también de sentimientos.

El ser humano, en su afán y necesidad de ser comprendido, entendido y rescatado, encuentra en la palabra, como tal, la mejor herramienta de salvación. Es en esa emergencia, que su cerebro la usa como el mejor recurso posible para hablar, para escribir y para leer.

Esta noche la estamos homenajeando y yo, como Embajadora en Ecuador de la Fundación César Egido Serrano y el Museo de la Palabra en España, no he encontrado una mejor manera de hacerlo, que escuchándola. Vamos entonces, esta noche, a ser testigos de lo que la palabra puede hacer en nosotros. Al oírla, al incorporarla dentro de nuestro ser, de nuestro espíritu, de la propia vibración de cada uno de los presentes, vamos a entender cómo puede agitar nuestro espíritu, cómo su magia puede removernos e incluso transformarnos.

Más de una vez debemos haber escuchado acerca de El Poder que tiene la Palabra. Nos han dicho, en varias ocasiones que lo que se dice con las palabras, se decreta. Que el Universo escucha y que las palabras son órdenes para éste y por lo tanto todo lo hablado se vuelve una realidad y que por eso tenemos que tener cuidado con lo que decimos. La palabra es sonido. El sonido es vibración y la vibración es poder.

Existen y han existido desde casi el principio de los tiempos, personas privilegiadas que han utilizado las palabras con arte y eso es mucho decir. Seres humanos especiales que las trabajan con pulcritud, con dedicación, con sabiduría. Las pulen con cuidado como se perfilan las piedras preciosas y, sobre todo, las cuidan con amor. Con ese amor que es el motor que mueve el mundo. De esta divina labor, nace la poesía en nuestro planeta.

Muchas personas alrededor del mundo han intentado explicar lo que es la poesía, y aunque es muy difícil hacerlo con precisión, una de las más bellas definiciones de poesía que yo he escuchado es la del novelista y poeta estadounidense Robert Penn Worren, quien afirma que: “En el fondo, un poema no es algo que se ve, sino la luz que nos permite ver. Y lo que vemos es la vida”. Robert Penn Warren.

Otra extraordinaria definición de poesía, que me gusta mucho, es la de nuestro admirado poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, quien nos dice que: “Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”. Federico García Lorca.

Esta noche, tenemos la suerte y el orgullo de contar con la presencia de poetas ecuatorianos excelentísimos como son Rubén Darío Buitrón, Alfonso Espinoza Andrade y Paulina Trujillo G., quienes van a deleitarnos con algunos de sus mejores poemas. Tendremos también la presencia de Patricia Enderica Espinosa, admirable escritora - narradora que está despuntando de manera excepcional con su literatura infantil, juvenil y adulta y que además ha sido invitada a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, México. Patricia, viaja el día de mañana. Felicitaciones y le deseamos mucha suerte; y mi persona, María Dolores Cabrera, también escritora a sus órdenes, quienes les leeremos algunos cuentos de nuestra autoría.

Vamos pues, a empezar la velada con este esperado recital, en el siguiente orden:

-Rubén Darío Buitrón -Patricia Enderica Espinosa -Alfonso Espinosa Andrade -Paulina Trujillo G. -María Dolores Cabrera.

Muchas gracias.

María Dolores Cabrera.

Integrantes de la lectura de poemas y cuentos por el día internacional de la palabra

Lectura de Poemas y cuentos

Librería Rayuela

Día Internacional de la Palabra

La Ronda (Poema)

Los hijos de la pena son perros callejeros buscando en la basura algún trozo de pan.

Los hijos de la pena son seres vagabundos lamiéndose las costras dentro de algún portal.

Los hijos de la pena somos los que jugamos cantándole a la ronda con la niña en la mitad.

La niña que nos mira con los ojos vidriosos clamando aquel pasado que no regresará.

La niña que no quiere el oficio macabro del perro vagabundo que vamos arrastrando hacia la eternidad.

María Dolores Cabrera.

La Ronda (La niña)

BOSQUEJOS (Poesía)

Huyes... del pasado confuso, del ayer infructuoso y el fracaso baldío.

Huyo... de las luchas perdidas, de espejismos ambiguos y traiciones impías.

Somos seres esquivos, deslizantes, ocultos,

que se escurren, se buscan como penas sin sombra,

como huellas borradas sin reparo ni olvido.

Siluetas que se juntan en un lecho dormido

y se enredan los sueños que tuvieron un día,

rememoran los años que se fueron lejanos,

y el amor silencioso se agiganta en la nada,

se entrelaza en los mares de pasiones surgidas.

Los dolores guardados, nos aplacan las voces.

Los recuerdos, los cantos, los caminos andados

nos silencian los labios y desnudan el llanto.

No lloramos los días, ni los tiempos pasados.

Lloramos desatinos y añoramos venturas,

ilusiones que fueron conocidas, vividas.

El bosquejo de mi alma y también de la tuya,

se confunden, se mezclan y se funden en uno.

Hoy la risa se muestra liberada y gratuita

y se une por siempre la mitad de tu vida

con la otra mitad que quedó de la mía.

 

María Dolores Cabrera.

Bosquejos

Contraste (Poesía)

Tristeza, eres diosa cubierta con mil mantos,

revestida de sombras, siluetas y perfiles.

Arrullas a los mares, amante de la luna.

Seduces al crepúsculo, señora del amor.

 

Tristeza, te pareces a un fantasma solo

que se asila en mi pecho para poder dormir.

Me buscas y te acojo porque te amo tanto

que acaso si me dejas habré de perecer.

 

Tristeza, mi tristeza...

La noche nos espera para poder danzar.

Para darte mis besos, mis ansias taciturnas,

la angustia sosegada y todo mi dolor.

 

La aurora interrumpe y el baile se termina.

Los ojos lastimados de tanta humedad.

Tristeza, solo puedo saber que te idolatro

cuando recuerdo el odio por la felicidad.

 

¡Qué endrina y cómo enturbia lo vil de su maldad!

Engaña con perfidia y luego apuñala gozosa y desleal.

 

El rostro de embustera lo cubre de apostura,

más nadie creerá nunca que solo es falsedad.

 

María Dolores Cabrera.

Contraste

Mi Luna (Poesía) Publicada en el libro "Calma Infinita", en el año 2004, por el Centro de Estudios Poéticos de Madrid (España

Me sorprendió la luna al mirarme en tus ojos

y descubrió la angustia que tiene tu sonrisa.

Se dio cuenta del miedo de desnudar mis versos,

los versos de la sangre, los versos de la piel.

 

Pudo ver la locura desmedida en mi pecho

cuando el cuerpo temblaba y el alma se moría.

Vio atajar tu mirada con mi boca sedienta

y el sabor de una lágrima sacudir mi razón.

 

Corazones que laten, se acarician de prisa

los rincones oscuros, los corceles jadeantes.

Y la luna que aún mira a un amor abatido,

que sospecha nostalgia y se arrulla en quejido.

 

Ella sabe de todo el dolor de esas llagas,

de ahogados abrazos y de agónicos besos,

de sollozos cansados y tristezas dormidas.

Ella sabe de ausencias y de mil despedidas.

 

Yo te espero con ella mientras sueñes conmigo,

mientras ames mi risa y añores mi voz,

mientras todos los mares de mi eterna poesía,

sean el único anhelo de tu última canción.

 

María Dolores Cabrera.

Mi Luna

PRESAGIOS

Vertiente de crepúsculos que encajan en mi espacio.

Sorda traición que fluye liviana por una garganta carente de grito.

Semblante clandestino, oculto y risueño.

Puñal que escupe la sonrisa, la lengua, la carne.

Huella ilusa y desleal que se esfuma.

Zanja aguda y vacía que se cierra intocable.

Insomnio sangrante.

Vértice en el que convergen todos los abandonos.

Ultraje de sueños.

Silencios abruptos de alianzas deshechas.

Y vibran, de pronto, las calles espesas

de burlas de rostros que se hacen espaldas.

Agujero inmenso relleno de farsa.

Presagio de ausencias, de miles de ausencias.

Augurio y sepulcro de más soledad.

 

María Dolores.

Presagios

De Repente (Poesía)

De repente me palpitas, de repente.

Y me mutas como el fuego con tus altos y tus bajos y tus rojos, tus naranjas.

Y me brotas por la boca como brea de garganta.

Ya no aguantas en mi mente y me reclamas.

Y la lava se revuelca, de repente, y me agiganta.

Serpentina de locura, de agua triste, de congoja.

Te atraviesas en mi aire y te respiro.

Te respiro y te incorporo como beso envenenado.

Me reclamas porque habitas en mi vida y te me escapas.

Y me duele la alegría que me hiere, de repente.

Pero vuelves como angustia arrepentida y me posees.

Ya no quiero que me ahogues, que me inhales, que me mates.

Ya no quiero que te instales, de repente, y que me quemes.

Ya no quiero que me rasgues, me perturbes, me quebrantes.

Quiero ver cómo tus ojos se me cierran en un sueño.

Quiero ver calmar la furia de las olas de tus mares.

Detenerte, de repente, detenerme y recostarme,

incrustándome el silencio de la orilla de tu sombra.

 

María Dolores Cabrera.

De repente

Lanzamiento libros

María Dolores Cabrera

LECTURA DE CUENTOS EN RADIO UNIVERSITARIA DE LA U. C. DEL ECUADOR